El próximo viernes, 23 de septiembre, el sector de seguridad privada de UGT, junto a CCOO y USO, han convocado 29 concentraciones en distintas capitales de provincia de todo el territorio nacional para reclamar incremento salariales ante el deterioro del poder adquisitivo de los profesionales del sector a causa de la inflación de precios.
La propuesta planteada en el día de hoy por APROSER sigue insistiendo en que los profesionales del sector de seguridad privada paguen un modelo de seguridad instaurado en el bajo precio donde empresas, administraciones y clientes son cómplices necesarios.
Las asociaciones empresariales APROSER y ASECOPS regresan a la mesa negociadora sin presentar posturas conjuntas evidenciando con ello una falta de criterio en establecer las condiciones que deben abordarse fruto de la negociación de este convenio y que desde UGT han sido situadas desde el inicio de la negociación con absoluta claridad: convenio plurianual, incrementos salariales suficientes y cláusula de garantía salarial, entre otras.
APROSER, si bien es cierto contempla una negociación de convenio a cuatro años -petición realizada desde la parte sindical- y retira de la mesa la más que posible congelación de la antigüedad, el incremento salarial planteado en el día de hoy no supera el 10,5% durante la vigencia del convenio. Además, si bien recoge la posibilidad de una cláusula de revisión, no concreta los términos de la misma. Por tanto, el mencionado planteamiento continúa alejado de la propuesta sindical que concreta los términos económicos en un incremento (sobre todos los conceptos) de un 16% estableciendo cláusula de revisión o garantía salarial.
Igualmente, APROSER manifiesta la imperiosa necesidad de abordar una transformación en el «transporte de fondos» así como revisar las condiciones de IT en situaciones que para UGT deben ser cimentadas desde la empleabilidad en el presente y futuro, así como desde la garantía de los derechos actualmente en vigor.
Las asociaciones empresariales en su conjunto siguen instaladas en los discursos esgrimidos desde CEOE y otros ámbitos, instaurados en el objetivo de que sean las personas trabajadoras quienes paguen los efectos de la difícil situación económica que vive este país, algo inadmisible para UGT.
La patronal sigue sin asumir un incremento salarial necesario y justo, por lo que nos aboca al conflicto, que arrancará el próximo viernes, 23 de septiembre, en todo el territorio nacional.