Datos de su impacto negativo sobre el empleo y los salarios.
La reforma laboral del 2012 se planteó por parte de sus creadores como el instrumento necesario para superar la crisis económica,garantizar el empleo y modificar la continua precariedad de nuestro mercado laboral entre otros tantos objetivos. Sin embargo, la realidad descrita en este texto nos demuestra todo lo contrario.
Bajo la reforma laboral se destruyeron centenares de miles de empleos que solo se recuperaron, en la tradicional articulación cíclica de nuestro país, bajo la mejora económica.
La reforma laboral, en realidad, fue y es un instrumento para debilitar los derechos de los trabajadores, desequilibrando a favor del empresario la estructura de la negociación colectiva y la posibilidad de articular la relación laboral. Derivado de ello, se retrasó, una vez finalizada la crisis, la posibilidad de recuperación del poder adquisitivo de los trabajadores y se precarizó aún más el mercado laboral (aumento de los porcentajes de temporalidad, aumento del peso de los contratos involuntarios a tiempo parcial, etc.).
En suma, en este texto se demuestra la absoluta inutilidad de la reforma laboral para los fines para los que aparentemente fue concebida y que su mantenimiento únicamente apuntala una situación de alarmante desequilibrio entre las partes que
conforman el ámbito laboral que debe ser inmediatamente corregida.
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