• Los trabajadores de la firma textil se niegan a “enterrar” sus puestos de trabajo.
• De los 102 centros de trabajo con que cuenta la marca en toda España, 95 han permanecido cerrados.
La respuesta de las trabajadoras y trabajadores de Blanco a la manifiesta y persistente incompetencia de la Dirección de la empresa ha sido rotunda: a media mañana, más del 95% de la plantilla secundaba la exitosa jornada de huelga convocada hoy por UGT y CCOO. De los 102 centros de trabajo con que cuenta la marca en toda España han cerrado 95, y los 7 restantes no lo han hecho por las presiones recibidas y por nutrirse básicamente de trabajadores temporales. Las conductas antisindicales puestas en marcha por la compañía –que serán denunciadas por el sindicato– no han podido evitar el masivo seguimiento de la protesta. UGT considera intolerable que, después de retrasar el periodo de consultas dos veces, Blanco intente boicotear la libre expresión de repulsa de sus trabajadores y trabajadoras a la crítica situación generada por la propia empresa.
Estamos ante la crónica de la muerte anunciada de una marca representativa del diseño y la moda en España. Desde 2013, Blanco ha encadenado dos expedientes que han supuesto la salida de 900 trabajadores. El reciente anuncio de Global Leiva –actual titular de la marca– hace que se repita la misma historia con idénticos protagonistas: una empresa con capital árabe, AlHokair, y cerca de 900 empleadas y empleados que se empeñan en defender sus puestos de trabajo y su dignidad como profesionales del comercio textil y del diseño de moda. Una empresa que no tiene clara su línea de negocio y unas trabajadoras y trabajadores ejemplares que ante el desastre de la Dirección y el vacío de género de los comercios permanecen en su puesto de trabajo esperando que las promesas de los ejecutivos se cumplan. Estas trabajadoras y trabajadores, tanto de oficinas como de tiendas, han visto fracasar las diferentes “estrategias de negocio” acometidas por la Dirección y aun así han seguido esforzándose para mantener a flote la empresa.
Hasta hoy, cuando la práctica totalidad de la plantilla ha decidido parar voluntaria, consciente y masivamente para denunciar la ineptitud de unos directivos que con sus dañinas prácticas no hacen sino aumentar su lógica angustia. Unas trabajadoras y trabajadores que han soportado además el embargo de sus tiendas por impago de los alquileres y la negativa de la empresa a trasladar, tal y como contempla la ley, la información necesaria a sus representantes legales.
Sabemos, no obstante, que el problema no es el dinero, pues Blanco pertenece actualmente a AlHokair, grupo empresarial de Arabia Saudí que trabaja con otras marcas españolas del sector textil. Este grupo ha permitido de forma deliberada e irresponsable la ruina progresiva de una compañía que a mitad de la temporada otoño-invierno carece de género propio para vender. Visto lo visto, nos inquieta que el resto de enseñas españolas que colaboran con AlHokair puedan verse abocadas en un futuro próximo al ruinoso camino emprendido por Blanco.
Por último, UGT reconoce y valora la unidad de acción sindical en este asunto y el apoyo abrumador de los trabajadores y trabajadoras que han secundado hoy la huelga. Su compromiso y su lucha nos obligan a defender con más ímpetu aún sus puestos de trabajo.