Los sindicatos denuncian que en el sector del transporte de mercancías por carretera se está legislando y tomando decisiones con clara implicación laboral contando únicamente con interlocutores de los representantes empresariales.
UGT y CCOO consideran urgente e imprescindible la convocatoria y activación de la mesa social del transporte de mercancías por carretera, una mesa tripartita que debe estar compuesta por los ministerios implicados, representantes empresariales y representantes de las y los trabajadores. Los problemas laborales y estructurales del sector se deben abordar desde todos los puntos de vista para acometer una recuperación en lo productivo y en lo social.
Asuntos como las limitaciones en la participación de los conductores en la carga y la descarga o la Ley de la Cadena de Transporte, que debe garantizar que no se trabaje por debajo de costes, se definen y legislan restringiendo la participación de los representantes de las y los trabajadores. De este modo se obvian aspectos que no forman parte de la agenda empresarial pero que repercuten de forma directa en la situación laboral del sector.
Las organizaciones sindicales creemos que las principales cuestiones que deben abordarse y sobre las que ya tenemos propuestas son:
Competencia desleal y fraude:
– Falta de medios tanto en Inspección de transporte como en Inspección de Trabajo y Seguridad
Social y su coordinación.
– Falsos Autónomos.
– Fraude en los sistemas de retribución del personal asalariado. Dumping Social
– Cadena de subcontratación.
– Sello de responsabilidad social.
Dignificar la profesión:
– Jubilación anticipada.
– Penosidad y peligrosidad de la profesión. Pago por kilómetro. Carga y descarga. Áreas de descanso.
– Falta de relevo generacional.
– Formación.
El devenir de los acontecimientos que se están produciendo en el sector de transporte de mercancías por carretera con tres paros patronales en menos de 1 año, un sector hundido en lo social y en continuo retroceso en lo laboral revela que la situación y la problemática del mismo es extremadamente grave y que requiere medidas que sólo pueden afrontarse desde el diálogo social.